La noche de los
jabalíes
La tarde anterior había dejado
las ovejas atadas y clavadas a unas estacas de madera. Cuando llegué al Parque
de noche, primero dejé el coche en el aparcamiento habitual, cogí los
cachivaches y acarreé con ellos hacia el aguardo, a buen paso y cargado como un
burro, tenía prisa por llegar. Aproximadamente a 50 metros, antes de llegar,
comencé a oír gruñidos, pero continué mi camino hasta que comenzando a subir a
pie de monte hacia el aguardo me percaté de la fiesta que habían montado los
jabalíes. Me cabreé, dejé los trastos en el suelo y con el trípode Gitzo salí detrás
de ellos entre jaras y matojos, ¡no sé cómo no me salté un ojo con las jaras!
habían destrozado a las ovejas los muy ca… y tuve que recuperar algunas partes
que estaban repartidas por el entorno, todo esto de noche y sin linterna, sólo
con la luz de la luna. ¡El cabreo era monumental! ¡con lo felices que me las
prometía!. Recuerdo que entré en calor rápidamente, incluso sudé a las 4:00 h
de la madrugada.
Recogí lo que pude y lo puse a
la distancia que supuestamente deberían estar, entré en el aguardo y a esperar.
Después del sofoco vino bien una cabezadita recuperadora. Comenzó a amanecer y otro contratiempo, el día estaba nublado,
¡que fastidio!, con lo que me gustan las fotos con esas primeras luces.
Pensé, hoy lo llevas crudo, hoy ni rabilargos ni nada de nada. De pronto escuché un
aleteo de un ave grande y me animé, era la primera vez que lo escuchaba tan
cerca, a este le sucedieran algunos más, pero no los veía, se posaban detrás de
la jara. Quietos, sin decir nada, fueron poco a poco saliendo de la vegetación, aunque muy
tímidamente, y de pronto apareció un comensal que no contaba con él, el zorro. Comenzó a oler los restos que había repartidos por el entorno, y los buitres le
siguieron buscando la carroña. No daba crédito al acontecimiento
¡por fin habían bajado los buitres y encima había un zorro!
Fueron las primeras imágenes
que pude sacar en un corto periodo de tiempo, ya que el zorro se llevaba todo
lo que podía y el resto de la carroña estaba dispersa por el matorral y apenas
los veía.
Es curioso, después de esperar tanto tiempo para sacar fotografías de buitre, cuando los tuve delante, elegí en la mayoría de las imágenes al zorro.
¡Me fui más contento que unas
castañuelas!
Nikon
F3
Objetivo
Nikon 500 f/4
Película
de diapositiva Kodachrome 64
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